Trilogia En los negocios y en el placer...

Jonathan Doyle, empresario de éxito, tanto en los negocios como en todo lo que se proponga, no puede entender que su rival en el mundo empresarial le esté pisando cada nuevo contrato que se propone cerrar. La culpable de sus desgracias y rival es Claudia, una mujer que no esperaba que fuera tan atractiva. Tampoco esperaba todo lo que ocurrirá después... Además del peligroso juego en el que se verá inmerso. Por su parte, Claudia tampoco se da cuenta de que seguir el plan de su predecesor en los negocios no será tan fácil: ser un depredador en el mundo empresarial no garantiza serlo en el amor y mucho menos en la seducción, aunque nunca está de más intentarlo. Descubre la historia de humor de Doyle y Claudia, así como de Katherine y la loca de Jill, por no hablar de Philip, en un juego donde ninguno se fía de nadie y en el que todo vale, tanto en los negocios como en el placer...

Más humor y amor de los Doyle, la familia de empresarios empeñados en levantar la economía y otras cosas… Robert Doyle, el hermano pequeño, tiene que hacerse cargo de la empresa familiar, pero jamás ha tenido responsabilidades, por lo que los demás accionistas le imponen la tutela administrativa de Isabella para que lo “controle” y no hunda la empresa, ya que no se fían de él. Robert no sabrá qué hacer para deshacerse de ella y prueba cualquier cosa para martirizarla, pero el odio es mutuo, así como otros sentimientos que surgen por culpa de las feromonas…, o algo que Robert no sabe describir, pero que le hace ponerse malo a pesar de lo repelente que le parece la gafotas de Isabella.

Penélope Doyle al fin se hace cargo de los negocios de la familia, pero no será tan fácil como había previsto. Collin McLeod representa la competencia más sucia que podía encontrar y contra la que su hermano Robert no puede defenderse. Penélope idea el plan de hacerse pasar por la secretaria de su hermano y así descubrir a quién soborna McLeod. Por su parte Collin no podrá resistirse a intentar sobornar también a Penélope, creyendo que es la secretaria inocente de Robert para que lo traicione, sin saber que ella es ahora la dueña de todo, sin saber por qué sus intentos de seducción son tan desastrosos y sin saber hasta dónde es capaz de llegar ella por seguir manteniendo la farsa… O que sus labios y sus deseos son más adictivos de lo que había previsto.