Raven no sabe lo que es el amor. Siendo cuidada desde su infancia por un hombre veinte años mayor que ella, siente la obligación de casarse con él al llegar a su mayoría de edad. Tras debatirse en la contradicción entre lo que debería sentir y lo que realmente siente, finalmente accede a un matrimonio por gratitud.
Nunca ha visto a su marido, Alexander, solo ha podido tocar su rostro para adivinar sus facciones ya que siendo una niña quedó ciega en un trágico accidente que sesgó la vida de sus padres. Apenas unos días antes de su boda es sometida a una rigurosa operación para recobrar la vista. Cuando ve a Alexander por primera vez su corazón llora; él no es el hombre que ella había imaginado, no lo desea, no lo encuentra atractivo.
Cuando empieza a convencerse de que antes o después tendrá que cumplir con sus obligaciones maritales aparece en su vida Maximiliam, un hombre de su edad que perdió a su esposa en un accidente. Desde el primer momento en que se ven surge entre ellos una inevitable atracción que tambaleará la seguridad de su matrimonio con Alexander.
El amor hacia Maximiliam y su carácter indómito la harán plantearse toda su vida mientras van saliendo a la luz oscuros secretos que Alexander pretendía esconder para siempre.
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