Contigo al fin del mundo

Soy Olimpia. Mi prometido decidió hacerme el mejor regalo de mi vida en el día de San Valentín: dejarme con un mensaje en el móvil. Una cobardía, sí, pero en ese momento no sabía la suerte que tenía. La curiosidad me llevó a un bar de carretera donde viví una de mis más secretas fantasías, pero ¿sabéis qué? Nada de aquello fue un sueño.

0 Comentarios